Fragmento del cáp. 6
De la novela "Es Corban"
También quisiera ser maestra, para enseñar, no dicción, ortografía, ciencias, modales ni lenguajes, porque ya hay demasiadas escuelas, colegios y universidades que tienen esa tarea, sino más bien enseñar (A quién quiera aprender) a respetar sus cuerpos y los ajenos, así como las convicciones y credos de cada quién, sin avergonzarse de los propios.
Aunque también quisiera ser científica para hacer un gran letrero (que jamás se dañe)
que tenga por leyenda el segundo mandamiento más importante, para luego, hacerme astronauta y llevarlo al sol, y así, cada amanecer podamos desde la tierra leer: "Amaos los unos a los otros" ya que después de todo eso significa amar a Dios, quizás así aprendamos a cumpler ya no sólo uno, sino todos los mandamientos que están encerrados en los dos primeros.
-Jimena rió un tanto abochornada y aclaró- pero se que es ridículo e imposible, a pesar de que se sería muy conveniente- ella retomó la seriedad que tenía al decir- ¡cuantas cosas quisiera ser y cuantas tener!
Pues como desearía tener mucho, pero mucho dinero, no para comprar blancas pelotitas de abadana que sólo sirven para que niños ricos vayan al roland garros a ganar gélidos trofeos de oro. Los cuales tienen como propósito adornar grandes habitaciones carentes de sentimientos sino más bien para sembrar arroz y así alimentar a quién tenga hambre pues al fin y al cabo eso es lo único que importa, ayudar al prójimo sea quién sea.
- y no sólo eso es lo que quisiera ser. me gustaría ser escritora un sólo día para escribir en un libro mis sentimientos aquellos que guarda mi silencio como el más grande tesoro ese silencio que tantas personas confunden con estupidez y del cual hablan con desdén
